La Revolución Radical de 1893 fue una insurrección armada protagonizada por la Unión Cívica Radical. Tres años más tarde de los sucesos del Parque de Artillería en Buenos Aires se inicia otro alzamiento cívico-militar en contra del gobierno del Partido Autonomista Nacional personalizado en la figura del Presidente Luis Sáenz Peña. Fue encabezada por Hipólito Yrigoyen y Aristóbulo del Valle, primero, entre el 28 de julio y el 25 de agosto para continuar luego bajo el liderazgo de Leandro Alem entre el 7 de septiembre y la detención de esté el 1 de octubre de 1893 en Rosario. Esta vez las acciones se dieron en varias provincias como Buenos Aires, Catamarca, Corriente, San Luis, Santa Fe y Tucumán incluyendo desde pequeñas escaramuzas armadas durante la toma de cuarteles y oficinas públicas hasta disparos de artillería y un combate naval entre buques de la Marina de Guerra. Finalmente la revolución fue sofocada ante la amplia supremacía de las fuerzas del gobierno autonomista, pero dejó demostrado el apoyo y reconocimiento popular que tenía la Unión Cívica Radical en amplia expansión enfrentado al partido gobernante y su fraudulento accionar.
Las consecuencias de la revolución no fueron pocas para ambos lados. El gobierno de Sáenz Peña siguió debilitándose y fracturándose hasta su renuncia un año y medio más tarde. Por el otro lado, en el seno del radicalismo, se profundizaron las cuestiones internas. Alem se distancia de su amigo y hermano del alma del Valle por la negativa de este a dar un “golpe de estado” contra Sáenz Peña. Posteriormente y por el mismo motivo discute fuertemente con Yrigoyen que era su sobrino pero él lo consideraba como un hijo. Finalmente el padre del radicalismo frustrado por la derrota de la revolución y las divisiones interna decide suicidarse el 1 de julio de 1896.