Horacio Bernardo Oyhanarte nació el sábado, 15 de marzo de 1885 en Rojas, Buenos Aires, Argentina.
Abogado, diplomático y escritor que fue electo en representación de la Unión Cívica Radical como Diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires en dos oportunidades consecutivas (1914-1918 y 1918-1922).
En 1928 el presidente Dr. Hipólito Yrigoyen, durante su segundo mandato, lo designó como Canciller – Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, cargo que ocupará hasta el 6 de septiembre de 1930.
Amigo personal de Yrigoyen, en el momento del golpe militar que le derrocó, se quedó a su lado y lo acompañó personalmente para protegerlo trasladándolo en su automóvil particular a La Plata. Luego debió refugiarse en el Uruguay y el gobierno militar solicitó su extradición para enjuiciarlo por supuestos actos de corrupción, pero el pedido fue rechazado por el gobierno uruguayo.
Al morir Yrigoyen en 1933, Oyhanarte volvió a la Argentina para asistir a la despedida del viejo líder del radicalismo y al llegar es inmediatamente detenido por el gobierno de Justo, por lo que solicita al entonces Ministro del Interior Leopoldo Melo, un antipersonalista, que lo autoriza a estar presente en el entierro de su amigo, y éste, que lo conocía bien, accedió al pedido confiando en su palabra de que no huiría. Oyhanarte habló en el cementerio de la Recoleta pronunciando un recordado y emotivo discurso que inició diciendo: "Ha muerto mi padre". Tras el funeral volvió a quedar detenido, permaneciendo en la cárcel de Devoto por unos seis meses hasta que fue liberado sin acusación alguna y se radica en París hasta que en 1944 decide regresar como consecuencia de las miles de cartas que había recibido por parte de correligionarios que le solicitaban su retorno.
En 1945 Perón, al igual que lo hiciera con Amadeo Sabattini anteriormente, le ofreció ser candidato a vicepresidente de la nación, pero Oyhanarte lo rechaza rotundamente diciendo que nadie le podía ofrecer nada por cuanto “yo soy radical” y no había nacido para ser “tránsfuga”. Al mismo tiempo presentó su renuncia al Comité Nacional de la U.C.R. en repudio a la formación de la Unión Democrática.
Entre sus obras se puede mencionar: “El Hombre” (Bs. As. 1916), “Por la patria desde el exilio digo” (Montevideo 1932) y “En el taller de Shakespeare” (París 1944) que fue premiado por la Academia Francesa.
Su funeral se realizó en su casa de calle Arroyo, en una sala presidida por un gran retrato de Yrigoyen y su cuerpo fue trasladado a pulso por familiares y una verdadera multitud de correligionarios hasta llegar al único lugar que un radical de su talla podía descansar, el Panteón de los Caídos en la Revolución de 1890, junto a Hipólito Yrigoyen, su amigo y fuente permanente de inspiración.
Falleció a los 61 años de edad el jueves, 7 de noviembre de 1946 en Buenos Aires, Argentina.