|
El Gobierno ha decretado la
reapertura de los prostíbulos en la República Argentina. Una
vez más descubre su entraña reaccionaria y revela su
desprecio por la dignidad humana, que para el radicalismo no
tiene limitaciones de sexo ni condición. Las leyes de la
República se han humillado a declarar que un ser humano
puede ser también una mercancía, y ese triste honor que ha
cabido al Régimen que se precia de haber incorporado a la
mujer a la vida política y ha constituido por primera vez un
partido exclusivamente femenino, que ha consentido en
silencio esta degradación de la mujer.
La UNIÓN CÍVICA RADICAL proclama
en su profesión de fe doctrinaria la dignidad esencial del
ser humano y también su voluntad de afirmarla en todas las
actividades políticas, sociales, económicas y culturales del
país. La prostitución organizada bajo los auspicios de la
ley es una burla de esos designios y una afrenta a la
condición humana, que trata de superar las sujeciones
instinto y las cadenas del privilegio económico, para
realizarse en plenitud.
El Radicalismo propugna la
creación de nuevas condiciones objetivas en los dominios del
sistema económico, de la política educacional de la
consideración social y de la organización democrática para
que la formación humana se despliegue sin trabas y todo
hombre o mujer tenga acceso las infinitas posibilidades de
la vida creadora. La legislación regresiva del Régimen, que
ha cercenado ya todas las libertades publicas, que ha
recurrido al confinamiento y a la tortura, y que ha
envilecido con la propaganda la escuela y el deporte,
estatuye ahora la servidumbre moral y da apariencia legal a
una de las mas antiguas formas de esclavitud que conoce la
humanidad. Este nuevo auge de la prostitución, que se nutre
de la miseria y de la desesperanza, evidencia también el
fracaso de la política social y económica del Régimen.
Porque es un agravio contra la concepción ética de la
persona y contra los derechos del espíritu, morada de la
libertad humana, la Mesa Directiva del Comité Nacional de la
UNIÓN CÍVICA RADICAL declara su repudio por la
reimplantación de los prostíbulos en la República Argentina
y la denuncia como una nueva violación de los derechos
humanos, que agrava la crisis política y moral que padece la
República.
|
|